domingo, 16 de octubre de 2016
España
Los españoles no poseen la mejor habilidad negociadora, pero tampoco la peor, podemos situarlos en un punto intermedio. La falta de preparación de la negociación es una característica fundamental del empresario español. Cosa que se compensa con su capacidad de improvisación.
Entre una puntualidad no muy marcada, el poco respeto a los horarios preestablecidos, la creencia de que el que más habla es el que mejor está defendiendo sus argumentos y la alta competitividad de los españoles, puede complicar la negociación; pero siempre que se sigan los protocolos y se estudie para antes de la negociación, se puede tener éxito.
El idioma siempre es en español, es poco habitual que se use otro idioma. En cuestión de citas es muy importante programarlas con bastante antelación, sin embargo, entre 10 y 15 minutos de retardo es más que normal. De la misma forma en que puede que no se respeten en absoluto los horarios y no lo toman a manera negativa.
Para la cita programada, es importante acudir muy formal. La imagen que se proyecte, tendrá múltiples repercusiones que pueden usarse a favor. Para saludar con un apretón de manos basta. Por cultura, lo correcto es referirnos a la contraparte con "señor"o "señora" seguido de su apellido.
Es importante llevar una cantidad adecuada de tarjetas de presentación, ya que el no usarla se considera una descortesía. Su punto débil son las formas de pago, ya que suelen fijar plazos muy largos y pueden existir algunas complicaciones al momento de pagar. Esto se debe a que valoran mucho las relaciones a largo plazo y de confianza.
By: Diego Montalvo & Leysi García
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